Capítulo I.
Introducción a una pedagogía virtual
En
los últimos años, en las economías en desarrollo, -con sus similitudes y
diferencias en las trayectorias tomadas en el Sur del mundo, y no solamente-,
los gobiernos y Estados, empresas, proveedores de servicios y plataformas de
Internet, y de las redes sociales,
tomaron cuenta tanto de su popularidad
disruptiva, como su potencial aplicado a casi todas las áreas. Consecuencia de
ello, se han afectado los contenidos y las formas de las interacciones sociales
(virtuales), incidiendo y a incidir cada vez más aun, en las políticas económico-socio- culturales
vigentes y a instaurar.
Como
contraste, las formas en transformación a nivel macro y micro, dados por la
cultura, la política, la economía, poco han cambiado las organizaciones/
instituciones educativas, por ahora, en
su naturaleza cerrada, respecto de la escala de cambio tecnológico, impulsada por la inteligencia
artificial, que se opera en los fenómenos y procesos educativos.
Cabe
sumar, los rasgos específicos de la
mayoría de los países, que poco han
cuidado históricamente la toma de medidas enérgicas respecto del logro de un
sostenido desarrollo[1],
o con idas y vueltas, en todas las áreas, a pesar de los resultados y recomendaciones
de los foros internacionales y las realizadas investigaciones de los
científicos político-sociales y educativos.
No
obstante, la teoría social se ha expandido al considerar las formas en que las
prácticas locales de variadas formas de vida y de conocer, -a través de
cualquier tipo de tecnologías, y/o inmersas en las redes virtuales de
Internet-, han dado aportes formativos
de tendencia abierta, de gran auge hoy, para la formación de las personas.
Sin
cumplir aun, el objetivo sigue siendo el mismo: producir un cuerpo pedagógico
revisado comprehensivo que estudie la socialización y formación provechosa,
apropiada y reflexiva ahora con internet, las TIC, redes y formatos asociados,
dada su enorme penetración histórico-cultural y
comunicacional en todos los ámbitos sociales y formativos. Ahora más
porque se agregan los programas de e-learning libres, los MOOCs y otros, según
necesidades y demandas profesionales y personales, que deberían interrogarse
acerca de su trasfondo pedagógico y no sólo tecnológico.
Se intenta
estudiar y proponer una P.V. (en
adelante P.V.) de amplia
comprensión de los conceptos y teorías claves, y las estrategias metodológicas, para reorganizar
estos campos culturales con reflexividad. La propuesta es de un modelo
pedagógico-digital integrador teórico-práctico, referido al aprendizaje electrónico, -físico y virtual-, que constituye
una oportunidad para construir un área educativa inédita, y alternativa a la
educación convencional.
Aporte
para la formación de profesores/as, investigadores y estudiantes avanzados de
Educación, Ciencia, Tecnología, Sociedad y Cultura, en el campo
transdisciplinario de una P.V. y de los
E.C. Se relaciona
con meta-pregunta epistemológica, vinculadas a un decantamiento socio-histórico
de las ideas y de la investigación, que deberían ser reformuladas y respondidas.
Se trata de transitar desde un enfoque jerárquico y
lineal al de flujos multi-horizontales abiertos, de la sociedad
informacional, hoy dela Big data, de la inteligencia artificial y de una
economía del conocimiento, dentro de la globalización internacional en crisis y
de los nuevos conflictos de poder más asiduos.
Definir una
P.V., como una
trans-disciplina alternativa de significado
formativo profundo, mediada por los nuevos medios tecnológicos, requiere una síntesis de varios y variadas teorías
filosófico-epistemológico-ontológico-cultural-educativas, y de criterios científico- tecnológico, contrastado
contextualmente.
También,
recoger y articular antecedentes históricos1 de la Pedagogía y de la
Tecnología educativa, hasta llegar a los formatos tecnológicos algoritmizados y
automatizados de procesos y comportamientos autónomos de las máquinas y los
objetos.
Recordar que los algoritmos parten de la cultura
lógico simbólica digital que persiguen una súper eficiencia lineal en su
incesante investigación de nuevas fronteras (desconocidas) de la inteligencia
artificial. Estos software presentan cuestiones no solo operativas sino
político comunicacionales subyacentes, ligadas a la representatividad y
legitimidad de las intenciones y
contenidos de los posteriores programas
educativos electrónicos inclusivos.
Una revisita constructiva de las corrientes
pedagógicas, resultaría en una posible síntesis conceptual para un
entendimiento educativo alternativo,
inscripto en el aprendizaje y la enseñanza, la gestión educativa institucional
electrónica, y la consecuente formación de los todos los cuadros intervinientes
para su diseño, implementación y evaluación: administradores, profesores/as,
tutores, investigadores, diseñadores tecnológicos e instruccionales, etc.
Los
giros conceptuales teórico- epistemológicos y
metodológicos en discusión en la pedagogía y la socio – cultura, entre
otras disciplinas entrelazadas, constituyen el marco crítico
para la construcción de una P.V. en una co-evolución
recíproca entre las emergentes ecologías de aprendizaje ubicuo y abierto
,y las incesantes emergentes tecnologías
digitales.
Diversas
ecologías de aprendizaje,
inscriptas en una sociedad global de un tardío híper-capitalismo
de la información[2] y de datos, una economía del conocimiento[3] y una concepción artefactual de la cultura digital[4], han amplificado el panorama formativo. Abundan actividades híper
conectadas interactivas soportadas por sistemas y recursos tecnológicos
materiales y simbólicos muy sofisticados.
Estas
nuevas ecologías hibridas y transmediáticas,-de mucho estudio pero poca
resolución para entender su devenir-, conducen a la conformación de identidades planetarias,
la comunicación de convergencia tecnológica en red con flujo
informacional incesante de una big data, apoyado por la automatización
de la racionalidad técnico instrumental homogeneizadora.
Visto como «solucionismo» con la venta y consumo de artefactos y software,
para casi todas las actividades sociales, se hallan los programas educativos en
general y virtuales a distancia, en particular. Que merecen un cuestionamiento
serio, si de pensar
inciertas utopías, para construir «futuros futuribles» de calidad.
Los métodos holístico-sistémicos, dialécticos e
histórico pos-estructuralistas, de
enfoque recursivo, y relacional,
dentro de aquel encuadre, son las bases del análisis deconstructivo de elección
para el respectivo estudio, con técnicas
exploratorias, descriptivas, interpretativas y críticas.
Este
paradigma analítico
de «reconstrucción de las lógicas de uso», apela a una hermenéutica
profunda de lo socio-histórico, que
integra el discurso
argumentativo para concebir cambios educativos en general, y de la formación de
los profesores/ as, y de los cuadros decisorios y técnicos de las instituciones
de educación superior, en sus prácticas organizacionales y de la enseñanza.
La exploración pedagógico-tecnológica está abocada, entonces, a estudiar y relacionar el
marco inter- trans-disciplinario,
político-educativo-cultural de los E.C. (en adelante E.C.)
para ajustar focos de análisis centrales.
El enfoque psico sociológico, semiótico,
cognitivo, interpretativo y expresivo, de esta búsqueda, se manifiesta mas
allá de las contradicciones y paradojas[5]
de la cultura tecnológica virtual.
El
dilema[6],
entre otros, parte del punto del aprendizaje ubicuo,- tema central de la P.V.-,
para dilucidar hasta qué punto se estimula o se estigma una revisión
de los principios de la pedagogía tradicional, o se
refuerza el vértigo alienante de la tecnología digital desde la más temprana
socialización.
Se
intenta resaltar los pilares teórico-prácticos que sostienen una P.V. alejados de las premisas dogmáticas,
mecanicistas y, por ende, que no signifique un trasvasamiento lineal de la
pedagogía tradicional a la virtualidad.
Alguna
contribución renovadora que coadyuve al cambio conceptual, social y educativo,
hasta ahora, poco se les ha brindado con atención y acciones concretas, a
los programas educativos en general, y
de las modalidades de aprendizaje electrónico (puro y mixto), ha ser
transferido y demostrado en la práctica. Aunque en los discursos aparezcan sin
cesar.
El
camino no es fácil porque se deberían revisar las posturas epistemológicas y
ontológicas sostenidas por la pedagogía tradicional para
producir una ruptura conceptual en la comprensión de los procesos de enseñanza
y aprendizaje generales y digitales.
Desde
hace bastante tiempo, se ha vivido con entusiasmo (tecnófila) la inclusión de
la tecnología no solo en el aprendizaje, sino, se sostenía-, para el
mejoramiento del llamado bienestar social. A veces los resultados fueron plausibles y otras han sido decepcionantes,
sin presentar mejoras significativas específicamente en la calidad de vida en
general, y del aprendizaje, según las opiniones existentes.
Sin
más, la educación sigue, en general, poco presentando grandes logros y cambios
estructurales en la concepción
filosófico epistémico-pedagógica,-mas ahora en tiempos digitales-, que revisite
y proyecte aspectos de la planificación, la gestión institucional, y una
formación de profesores (de todos los niveles, y en especial, los
universitarios), que incida en el sostenimiento de la calidad educativa con los
nuevos medios tecnológicos.
En consecuencia,
se apunta entonces a buscar una epistemología alternativa al cientificismo
entendido como una organización lógica sintáctica y semántica, que describe,
explica y predice los fenómenos objetivos (observables), que no siempre es de
este modo, en la esfera educacional.
Al
referirse a la epistemología se apunta al logro de una reflexión filosófica del
conocimiento, con prevalencia del
conocimiento de la ciencia, en sus fines, condiciones, límites y críticas del conocimiento científico- tecnológico
Es digno de tomar en cuenta y demarcar estos elementos
conceptuales en relación a la cultura digital,
en algunos de sus rasgos, al
presentar mutaciones inmersivas severas ,
a través de una demostración publicitada de tendencias, comportamientos de personas,
grupos y organizaciones, como una masa de pro-consumidores, con el remix de
recursos, de amplias expectativas de participación (Deuze, 2006). La misma está expresada en los nuevos activismos, la gestión informatizada de proyectos diversos, las
implicancias en la producción de conocimiento en su mayor parte, mediado
(Latour, 1998, 1994), por la inteligencia artificial, (con sus rasgos positivos
y negativos), y demás.
Los
análisis con actitud transformadora y reflexiva, pretenden contribuir a un cambio conceptual, social y educativo, de superación
de los enfoques epistemológicos
reducidos. También, de las aproximaciones monocordes hacia una visión
multi-critico-comprehensiva donde se instalan las epistemologías alternativas y por ende, las
pedagogías emergentes en tiempos
digitales.
Hoy
no se podría conceptualizar las pedagogías emergentes solo como el conjunto de
sugerencias pedagógicas que se proponen y giran alrededor del uso de Internet,
las TIC y derivados en la educación, que poco discute y supera la
interpretación técnico- instrumental de la tecnología en general y de/en la
educación general y virtual.
O
referirse solo una aplicación provechosa
de su potencial interactivo, comunicativo y colaborativo, -que si bien
son entre otros, los rasgos indisolubles que la caracterizan-, no necesariamente, conducen a, o resultan en
innovaciones en el marco de una nueva
ecología del aprendizaje.
La
apropiación de la ubicuidad
tecnológica, por donde transcurre hoy el
aprendizaje, deberían
rescatar y diseñar bases para la
experimentación , para la resolución de
reales problemas, y el desarrollo del pensamiento imaginativo y anticipador frente a lo desconocido. Que no
debería reñirse con las propuestas
efectivas y eficaces en cuanto solamente a la aplicación de TIC en la
educación, con la reducción de los costos, (gran preocupación en tiempos de
crisis), sino reconocerlas como una construcción cultural (artificial),
producto de las nuevas interacciones entre los nuevos actores generadores de
fenómenos nuevos.
Se
trata de conceptualizar la expresión del emergentismo epistemológico y
pedagógico, donde se inscribe una P.V, que se refiere al un conjunto de ideas,-
aun poco sistematizadas y sobre todo, desconocidas-, que
estudia la configuración de incipientes espacios contraculturales, - o
tal vez, serendípicos en términos de programas de investigación.
Fundamentalmente considera y discute el marco histórico-
social y económico, político- cultural del surgimiento y dominancia de la
cuarta revolución industrial encarnada en la robótica, como base de la economía del conocimiento, como desafío
a la educación superior, para producir y hacer circular el
conocimiento científico tecnológico, y por ende educativo.
Los Estudios
Culturales- E.C.
La
articulación interdisciplinaria de los Estudios
Culturales, (en adelante E.C.), de raigambre originalmente sociológica,
del psicoanálisis, de la literatura, las artes visuales, del teatro, la semiótica, el movimiento feminista,
el multiculturalismo, como mas salientes-, aportan cuestiones
centrales para un estudio profundo acerca del aprendizaje
real y virtual valioso, democrático y auténtico en tiempos
impredecibles.
El
campo de los E.C. está configurado por enfoques socio-políticos transformativos, que estudian
las dimensiones fuertes y las restricciones (constrains) de la cultura digital
hegemónica , en relación a la
producción, distribución y
legitimación del conocimiento, con los valores que sostienen las ideologías subyacentes a la
estructura, y el poder material y simbólico donde las tecnologías se inspiran .
Se muestra así, que la tecnología no es aséptica ni neutra, y
que mayoritariamente funciona mas para un disciplinamiento cultural y control
social.
Los E.C. subrayan puntos socio-políticos críticos, en macro y micro niveles-, que otorgan una oportunidad para analizar estas estructuras per -formativas
y/o estandarizadas con consecuencias de conflicto, en general.
Su
contrapartida es la búsqueda de mecanismos de contrapoder, de
impacto en la configuración de las representaciones mentales, las transacciones simbólico- expresivas digitales en las mediaciones
transmediáticas, cada vez mas dadas en las lábiles redes sociales de
interacción espontánea y desorganizada.
El peso de los E.C. brindaría otra comprensión
a las relaciones entre los sujetos con su entorno natural y social, y
artificial, que coadyuva al avance e investigación en ciencia y la tecnología,
en diferentes tiempos y coyunturas.
A su vez, se constituyen en las arenas
trans-epistémicas que luchan por la primacía de ciertos intereses de personas,
grupos e instituciones, para la producción de saberes. Aquélla discusión
permitiría el paso del conocimiento de
sentido común, antropológicos míticos, y otros, - que nadie niega su gran
incidencia educativa-, pero que impiden en cierto modo, el florecimiento e
investigación del conocimiento científico tecnológico y su avance. Esto se
materializa en concebir hoy a este conocimiento de referencias circulantes, de
entender su estructuración histórico-cultural, no como sustantivo, sino como verbo, y de representar una ruptura de
la dicotomía macro-micro, entre otras características.
Este
modo de producir conocimiento de síntesis comprehensiva invita por un lado, a dar algunas respuestas a las preguntas de interés común,
que se constituyen en satisfactores de
las necesidades humanas (Castoriadis, 1983).Por el otro, a abordar una
perspectiva crítica y anticipadora respecto de la cultura digital reinante, la
cultura del software de alta algoritmización lineal, en la necesidad de repensar y emprender
rediseños de los programas educativos generales y virtuales.
Esta búsqueda si bien rotundamente no se puede
considerar responsabilidad única del diseño de los entornos de aprendizaje y de
la gestión educativa virtual, son aspectos
a considerarse en este contexto, dentro de un marco de desmistificación y reconstrucción
pedagógica.
Como ya lo sustentó (Habermas, 1988), todo
conocimiento es interesado y responde a diversos paradigmas de entendimiento: desde un interés
técnico,- racionalidad instrumental que es una forma analítica (en general,
dominante hoy), más que integradora de repensar la cultura, la economía, la
sociedad y la educación.
Se impone revisitar pensamientos y acciones
sobre todo desde las instituciones educativas (la escuela, la universidad, y
otros) hasta los programas en línea, respecto del peso (comercial y de
costo-beneficio económico solamente) de los formatos electrónicos.
El
desafío es llegar y configurar, -que ya en algunas instancias se progresa en
estos sentidos-, a una postura de un paradigma histórico hermenéutico, con su
racionalidad dialéctica que se enfoca más en el sujeto colectivo, en las
prácticas sociales, de interés comunicativo y de libertad. Es decir no más
olvidadiza de la práctica del penoso pensamiento único, y alcanzar el marco de
la democracia y de la creación de igualdad.
Una comprensión[7]del
mundo, la vida y las personas se logra en su completamiento, complementación y
enriquecimiento, dado por el paradigma de lo inter/trans disciplinar,
-desprendido de lo anterior-, que elabora una lectura diferente del mundo, del
ambiente natural y cultural, de las relaciones socio económicas y
histórico-políticas contextualizadas.
Una producción recreada de
formas pedagógicas y culturales se vincula con objetivos de emancipación, llevados adelante
filosóficamente, por decididas políticas públicas de ciencia, tecnología y educación, pero no
solo gubernamentales sino con la conjunción de las corporaciones privadas, los
sindicatos, los partidos políticos, las organizaciones sociales. Y sobre todo
con la elección de las personas/líderes formados en cuanto a la orientación,
espíritu, ideas y aspiraciones, como así lo entiende una P.V. inscripta en los E.C., si del
respeto de la autonomía de las personas a formar, se trata.
De este modo, se pretende contribuir a la
construcción de un modelo de una
Pedagogía Virtual inscripta y cruzada por los Estudios Culturales.
El
re-diseño de la enseñanza para la virtualidad, además de postular el desarrollo
de la capacidad de agencia creativa crítica, revisaría y enriquecería la
educación tradicional con enfoques y conceptos transversales,- como los de la
teoría del Actor social-red, (Latour, 2005), la trans-mediática(como las experiencias narrativas desplegadas por medio de los
nuevos medios, redes y plataformas tecnológicas ( Jenkins, 2006),el
meta-conocimiento, entre otros-, hacia transformaciones
educativas especificas favorecidas hoy por los entornos
electrónicos.
Una
interacción/comunicación que aumente la conciencia y la pro actividad en el
aprendizaje, se sostiene por un enfoque de tecno génesis histórica de los E.C.
y de las ciencias de la educación para una formación virtual inclusiva.
[1] Hoy el desarrollo se está instalando
en una nueva fase de la globalización que pasa por la inversión de capitales
tecnológicamente intensivos, los que modifican el posicionamiento de los países
respecto de la producción de bienes
abstractos, intangibles, sinónimo de inteligencia colectiva. Las
condiciones para ello y para recibir
nueva tecnología, inversiones, etc., depende entre muchos factores, de la
formación y desarrollo de profesionales
en nuevas tecnologías y del management, como también en la captación de
talentos. Huelga referirse a la lentitud de reacción de la esfera educativa.
[2] Las plataformas globales, móviles e
inteligentes (como el clouding) refuerzan un híper capitalismo abarcador y profundo, por lo que hace pensar que, en
crisis, haya ingresado en una etapa de
estancamiento y hasta sin rumbo cierto, como muchos así lo afirman.
[3] El conocimiento
(Stiglitz, J. 2009), según esta opinión, debe ser una mercancía pública
global apoyada por el acceso abierto y
distribución por las TIC y las redes, que des localiza y amplifica la creación
de saber, hasta desembocar a una economía de aprendizaje permanente, que a su
vez, redefine los perfiles socio-económico-culturales de todas las
organizaciones sociales.
La
economía del conocimiento se compone de industrias de alta tecnología
(informática, telecomunicaciones, robótica, biotecnología química, etc.) con
talentos profesionales altamente calificados. También se incluye la
Business Administration, sistemas,
managemnet, investigación y desarrollo, etc.) para la producción de bienes y
servicios de gran inversión en capital físico y no tangible, basadas en el
conocimiento y la innovación
[4] Cultura digital: En
un sentido artefactual, se consideran los formatos electrónicos que median
las relaciones mediáticas de amplio
alcance entre las personas y grupos en redes electrónicas. Es la forma opuesta
de la cultura análoga que utiliza medios tradicionales de comunicación.
Se enfatiza en general, los soportes tecnológicos
con sus equipos de avanzada pero poco presentan interlocutores válidos
invitados para que construyan
significados con sentido, a pesar que todos los usuarios son (emi/recs)
emisores y receptores, son ya ambos unos más que otros, activos posibles
productores de contenidos en Internet. Se caracteriza por las redes con consumidores/as
de información y/o seguidores, que constituye la big data cuantitativa,
internet de las cosas por sensores generalizados, la inteligencia artificial
aplicable a infinitas áreas de la sociedad.
[5] Paradoja: se relaciona con los dobles
discursos. Ej.: una estrategia comunicacional se expide de relacionarse de modo
igualitario con todos, pero fragmentan espacios de participación de las
mujeres.
[6] Dilema: aparece cuando en el momento de tomar una decisión,
las alternativas presentan consecuencias o efectos positivos y negativos al
mismo tiempo, para el respectivo caso, programa.
[7] Comprehensivo, del latín comprehensīvus, que abarcan las múltiples y diversas
caracteristicas segmentadas y parciales, para lograr una estructura
significativa. Modo de pensar que enfoca las relaciones: sujeto, sustancia y
escenario, según contextos sociales, económicos, políticos y culturales. Tienen
en cuenta que sobre ellos, hay diferentes lecturas, posibles legitimacions
dadas por diferentes perspectivas teóricas y argumentativas.
orcid.org/0000-0001-7286-9889
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