Cuáles son sus fuentes de sostén? Provienen de la imaginación, de los sueños, antecedentes lejanos o actuales de imágenes
en libros, cine, etc.
La virtualidad es constructora de efectos, no de
factos (hechos, cosas) físico-reales, aunque puede basarse en ellos. Por eso
puede ser interpretada en general y, pedagógicamente, como una potencialidad
(«virtus» del griego) de la fuerza de la
representación, de la anticipación prospectiva, donde aparecen ideas, -algunas
de innovación tecnológica de aplicación múltiple-, para la vida cotidiana, la
educación, el tiempo libre, el trabajo, y otros, con la posibilidad de
materializarse abstractamente.
Se crean espacios no físicos y atemporales de
interacción y comunicación digital, – no solo humanos a distancia, sino entre
objetos-, en convergencia trans-mediática, con ilimitado almacenamiento y veloz
procesamiento y distribución de información ubicua (Big data).
El concepto de virtualidad se relaciona con el de
ecología cognitiva. Es una cualidad dependiente de la mente humana, no reductible a estados de
cosas físicas externas. Es parte de la estructura antropológica de las
personas, productora de signos, significados y significantes, textos y
discursos, y por ello, se halla ligada a la educación virtual.
La virtualidad (en especial con la «realidad aumentada virtual», de
connotaciones ineludibles para la educación), pertenecen y generan otras
lógicas de percepción, de estructuración de las funciones del pensamiento, de
expresión de sentimientos y acción posibles.
Por ello implica fuerte y mutante impacto en la
formación de la subjetividad y en las expectativas mutuas en el ejercicio de la
interacción intersubjetiva cotidiana, o sea en el “habitus” (Bourdieu, P.1969.)
o sea una socialización, una formación cada vez más virtual.
Es constitutiva de la experiencia actual, diría
Dewey.
Entonces es patrimonio de desarrollo educativo
porque es una fuerza central de gestión y producción de conocimiento, en
organizaciones de todo tipo.
Una
conclusión previa para el desarrollo de la
conciencia educativa: se está transitando de un mundo real a otro de
supremacía e inmersión
tecnológico-virtual, con sus fortalezas y sus restricciones, bastante
impredecible en términos pedagógicos.
Habría que pensarlo más.
2- La digitalización es el proceso de actuar en
convertir en digital, toda información analógica (impresos, audio, imágenes
fijas, videos, etc.,) se procesa y pasa al formato digital mediadora por
excelencia, a través del sistema binario, de unos (1) y ceros (0). En otras palabras, es convertir cualquier
señal de entrada continua en una serie
de valores numéricos, discontinuos.
Existen diferentes formas de digitalizar
información, que generalmente depende del tipo de la misma. Por ejemplo, una
fotografía en papel puede digitalizarse, ser procesada por una computadora (u otro dispositivo digital
escáner, redes, etc.)
Tanto el diseño, la producción, la edición,
almacenamiento y distribución de materiales digitales se amplía al conectarse
con Internet.
A su vez e íntimamente vinculada a la digitalización
se halla la automatización que es la aplicación de sistemas mecánicos y
eléctricos en sus comienzos, y electrónico- informáticos en la actualidad, para
la ejecución y control de la producción
artefactual, industrial, de software, telemática, etc.
Hoy extensible a muchas áreas relacionadas con la
producción de conocimiento, es decir vinculada a la formación (en programas de
educación formal, no formal e informal) de las personas.
Los algoritmos y los sensores[2] cada vez más potentes y baratos, sostienen al proceso de automatización, de operatoria optimizadora. Intervienen en procesos diversos como el rastreo de información personal, social y organizacional, la lectura automática de datos, etc.
El proceso de automatización busca y brinda
resultados en general para una toma de decisiones de proyectos, que están
indirecta aunque no necesariamente, vinculados a las tareas de enseñanza,
actividades didácticas, de evaluación, etc.
A recordar, que muchas veces hardware y software son
dependientes o fruto de donaciones, modas, presiones de índole política y
económica, y demás.
3- La digitalización y la virtualidad, ambas
demuestran libertad, y también voluntad de poder, de control social, siendo
terreno donde reinan los conflictos y las negociaciones, la incerteza y las manipulaciones, que puede ser también de alienación.
Al mismo tiempo y contradictoriamente, virtualidad y
digitalización y virtualidad son
arenas de emancipación, dada por la
(re)creación de las realidades virtuales,- posibilitadas por los algoritmos del
software, como a su vez, de las
plataformas usadas para educación en línea, e-learning, blended-learning, híper
mundos, híper-íconos, hipermedia y otros.
Por otro lado, el discurso de la aparición de la
tecnología virtual intenta apuntar al mejoramiento de la calidad de vida
humana, lo que lleva a dudas en afirmaciones
y opiniones referidas a que su inclusión será para lograr un
mejoramiento de los procesos, para nuestro caso, educativos y de los resultados
de los aprendizajes, de los programas educativos, que no está verificado en la
práctica.
Es de opinión que en estas situaciones de tecnología virtual, prevalece una
subyacente decisión y dirección empresarial/ industrial, de servicios (de todo
perfil, también educativos, editoriales de diversos medios, artísticos, etc.),
de producción en serie, con criterios de eficiencia, eficacia y rentabilidad y no siempre de pertinencia y
relevancia socio-culturales.
Es decir, se considera a los usuarios/estudiantes/
ciudadanos más como clientes virtuales , que consumen y menos aparecen como
participantes generadores de ideas,- a pesar que se lo explicite en los
discursos-,salvo las honrosas situaciones de diseñadores y diseños innovadores,
creativos, llámenselos, “contraculturales”.
Calificados científicos, investigadores, políticos,
economistas, psicólogos, educadores, académicos, analistas de sistemas,
investigadores e ingenieros de diversas ramas, matemáticos, empresarios, etc.
(que apoyan a emprendedores independientes: lo que muchas veces está bien y se
sale con cosas hechas muy bien), trabajan en la virtualidad telemática en la
búsqueda de diseños y desarrollos tecnológicos innovadores. Pero muchas veces
también en la búsqueda de posicionamiento académico, social, poder y de lucro.
4- Un enfoque epistemológico comprehensivo,
relacional y recursivo de la pedagogía en la virtualidad, es un intento de
aparecer,- con la digitalización y la
automatización-, con fuerzas re-conceptualizadoras, innovadoras.
Kafka F. El pensador. |
A un cambio perceptivo.
Recurrir a un organizador semántico de contenidos (psicología cognitiva), la aplicación usual de técnicas de compresión de datos, hace que su transmisión sea más económica (ejemplo: los youtube que se reciben a diario en What´s up), por ejemplo, en los programas de educación a distancia.
La realidad aumentada, la simulación, los vídeo
juegos, las plataformas tecnológicas o EVA, etc.
Así unos más , otros menos, se incluyen en los de
programas de e-learning , con el registro de las “entradas” de los alumnos a un
programa, y el cálculo de las presencias de los estudiantes al aula virtual, de
las respuestas e intervenciones en los foros, blogs, de ítems (rubricas)
de evaluaciones de los aprendizajes,
etc.
5-Las
miradas cualitativas de la educación en la virtualidad
En general salvo las recientes “Humanidades digitales”[4], a los fines de investigación, poco conocimiento y aplicación, se realiza para un producción de conocimiento cualitativo, que iluminan los procesos humanos, en este caso de aprendizaje y enseñanza virtual, que por definición no caben en los sistemas cuantitativos automáticos, digitales.
No se discute ni podría discutirse solo con la operatividad automática de equipos o
programas, de lo que puede ser realmente interesante, y necesario en el
contexto de programas de educación virtual.
Pero para
analizar lo que puede ser muy útil para el contexto de un programa, no
necesariamente lo es para otro: más aun, pedagógicamente. No se considera cómo
ocurre el proceso de aprendizaje, qué les ocurren a las personas cuando
aprenden, cómo aprenden, porque fallan o tienen éxito, porque tan poco surgen y se organizan las comunidades de
aprendizaje, de práctica, etc. y otros.
Preguntas que deberían caber en una interpretación
educativa virtual de corte psico-socio-cultural-expresivo, que poco se toma en
cuenta en los contextos automatizados.
Es de pensar una buena complementación de ambos
abordajes metodológicos.
De este modo, también es de esperar que tanto por búsqueda formal, por serendipia (o hallazgo investigativo inesperado), por anticipación u otros, se puedan hallar elementos para flexibilizar/enriquecer el esquema mecánico de la digitalización automática si se trata de hacerlos intervenir en fenómenos de formación humana y procesos de aprendizaje virtual.
Recordar que éstos se apoyan en el software, con
muchas cuestiones que preocupan por su oscuridad y desconcierto, si la meta es
y se desea conocer, aumentar la conciencia, o aun llevarlo a una arena social,
de corregir las exacerbadas desigualdades socio-económica y educativas.
6-La
democracia y la virtualidad
La posibilidad de transferir procesos y productos
automáticos a toda realidad, es una
amenaza a las sociedades democráticas y a los conceptos de autonomía y
flexibilidad, de valores de respeto a la diferencia, en cuanto a la formación
de las mentes y emociones.
Para un trabajo pedagógico virtual útil se trata de imaginar, estudiar, concebir cómo
la tecnología, la política, la cultura,
la economía, etc., deberían intervenir a través de un trabajo tecnológico-
educativo para crear/ inventar modelos alternativos, de contrapoder, que
revisen el híper-control de la vida dado por la maquinaria y los software (se
podrá?) , - cada vez más de modo naturalizados-, poco utilizado más allá de
fines comerciales.
Una educación virtual como posible y alternativo
«contraplano» reclama un lugar propio de
constitución, busca formas intersticiales de explicación al tomar en cuenta los
bordes de las disciplinas, en sus reflexiones teóricas y las prácticas individuales
y colectivas, transverzalizadas por la tecnología.
7-La
virtualidad en educación constituye pasos representativos de pedagogías
emergentes
Las pedagogías emergentes, como la virtual,
representa un conjunto de teorías y conceptos en recreación y progresivo cambio
y sistematización. Se hallan en desarrollo (in progress), en el marco de
enormes revisiones conceptuales y metodológicas, como asimismo de enormes
avances muy sofisticados, dados por el software de la inteligencia artificial
aunque preocupante en su impacto en todas las esferas sociales, lo que merece
consideración inmediata.
No se debe confundir emergente con nuevo, porque
muchas tecnologías emergentes son nuevos desarrollos de hardware y software, y
otras son ya conocidas, y tal vez mejoradas, y que no necesariamente redundan en
una emergencia educativa innovadora.
Una pedagogía emergente no es la que incorpora
nuevos medios digitales. Una pedagogía que pretende ser «nueva», de modalidad
virtual, no la convierte necesariamente
en emergente.
Una pedagogía virtual emergente es la que supone
ideas epistemológicas y cosmovisiones revisitadas en sus modelos y teorías
fundantes, sobre la formación de las personas y del sistema de la educación (de
cualquier nivel y modalidad) que se desee para el espacio virtual. Provocar
modos de reconocer, reaprender, enseñar y evaluar prácticas inéditas, -o en
estudio e investigación-, de fuentes pedagógicas, psicosociales, sociológicas,
tanto como las tecnológicas, es lo deseable.
Muy interesante y didáctico las diferencias de cada concepto desarrollado.
ResponderBorrarMuy instructivo, define conceptos que para los no conocedores del tema producen confusión, tales como virtualidad y digitalización.
ResponderBorrarDeja claro que la educación virtual, rompe con el paradigma de la forma tradicional de educar.
Ciertamente se utilizaba "digital" como sinónimo de "virtual"
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