La virtualidad,
es entendida como un retrato de realidad. Es un constructo
lógico-matemático de efecto real, pero no de facto real. Aparece como
potencialidad de la imaginación, en ideas, creencias, que hoy día,
gracias a su tecnología, brinda la posibilidad de (pre) visionarla.
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En este contexto complejo
transcurren los procesos formativos en la actualidad. Desde la tierna
socialización y educación informal atravesada por la tecnología móvil, hasta
los aprendizajes formales más abstractos en conectividad con comunidades
virtuales de aprendizaje.
La educación y el aprendizaje
como acciones plenas culturales se extienden por los artificios y
programas digitales. Al recrear la inteligencia colectiva y la alquimia
de multitudes, se configura el espacio socio formativo actual de/con las redes
sociales.
Pero, ¿cómo se está presentando la educación
universitaria en este contexto de tránsito a la virtualidad?
Preguntas: como motor disruptivo cognitivo y
fuente de vivencias y sensaciones?, la institución supera o sobrepasa el
transcurrir diario de la asistencia a clase con solo búsqueda de información
(mas menos) informal en la red? sus profesores enseñan a producir
conocimiento o solo distribuye información? enseña a pensar en la metodología relacional?, a comprender y
buscar la inter-disciplina?, a construir alternativas de solución de los
enormes problemas socio-económicos, étnicos- culturales existentes? A
gestionar horizontalmente los procesos internos organizacionales, a
optimizar inversiones de infraestructura, tecnológicas?, a la práctica de
revisionismos pedagógicos, a revisar sus marcos de trabajo y pensamiento? y
otras en general, de modo racional, cuidadoso y pertinente?
Mucho se habla pero recién se está en el comienzo de una
conciencia de una evaluación de la calidad y de una investigación en y para la
acción, excepto honrosas excepciones
La necesidad de una nueva "gobernanza"
Término de reciente creación y difusión que resalta
la posibilidad de eficacia, la calidad y la satisfactoria orientación de una
institución, una organización, una universidad (y no solo referida políticamente, a un Estado), para atribuirle buena parte de su
legitimidad.
El cambio tecnológico, en particular las
nuevas redes de comunicación basadas en Internet, tienen un efecto de gran
amplitud en las instituciones de educación superior, ya que al alterar las
nociones de espacio y tiempo, lenguajes, interacciones y conocimiento , en
colaboración virtual, redefinen todos los aspectos de una gestión educativa,
que para el caso de la universidad, establece enfatizar el producir
conocimiento más allá de usar tecnología para distribuirlo.
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También, se acentúan las redes internacionales
interinstitucionales de investigación a través de la
comunicación para la cooperación académica, de elaboración de estrategias de
anticipación, etc. .
Esta morfogénesis universitaria global puede
orientarse a ser un sistema de multifacéticas retroalimentaciones
positivas, altamente descentralizadas e intensamente comunicadas.
En este contexto, el
trabajo académico se reestructura superando la división convencional, de las
funciones de investigación, enseñanza y extensión, por la función global
de un aprendizaje ubicuo, posibilitado por el u- computing, ahora cada vez mas basado en la virtualidad, y no
ya solo en la enseñanza presencial tradicional.
A nivel organizativo estas transformaciones mediadas por tecnologías, -dentro de
fluctuaciones impredecibles actuales-, responden a una voluntad compartida de apostar
a prensar un rediseño de la universidad, con los
rasgos de ser adaptativo para la acción presente; a producir sinergias del
conocimiento con todos los estamentos de la institución, y hacia afuera de modo
interdependiente, con la economía, la sociedad y la cultura.
También a profundizar una rendición de cuentas
(accountability); a una institucionalización creciente de los
sistemas nacionales de innovación con una apuesta tecnológica de avanzada, conjuntamente,
con la creación científica socialmente útil y productiva, a generar
valor, a mejorar la calidad.
Y otros...
El resto...ya se verá....
Hola Beatriz! En tu opinión, esta necesidad de nueva gobernanza, ¿se extendería a toda la educación superior, incluyendo también la no-universitaria - en particular la formación de profesorado? Gracias!
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