Es muy difícil conceptualizar el arte por lo inasible de sus manifestaciones.
Se trata de toda actividad, proceso o
producto, de capacidad creativa, la habilidad imaginativa y la mirada que
demuestra competencias expresivas
entrenadas o no, para provocar experiencias renovadoras. Realizadas/ejecutadas
por una persona o grupo para comunicar concepciones del mundo, emociones , ideas, etc., a través
de diversos recursos, desde los más tradicionales hasta los más tecnologizados.
Desde el Renacimiento (entre el Quatrocento y la 1era guerra
mundial) hasta fines del siglo XX, los artistas eran autores que presentaban la originalidad de su obra,-
valores que se retraen desde la modernidad y que aún perduran-, que coinciden
con la aparición de las concepciones del individuo racional y aislado.
Titulo de la imágen Claude Monet - El almuerzo (en el
jardín de Claude Monet en Argenteuil)
Retener la mirada en las "obras de arte" clásicas
"bellas artes", de una academia intelectual, en general, ha sido una
concepción hoy cuestionada, mas alla que sean obras muy valoradas , por no
poseer el sentido de entonces, que hasta desdeña las técnicas artesanales, las
performances de diversa índole, el arte urbano , etc., todas manifestaciones culturales,
individuales o colectivas , en los tiempos actuales "post-postmodernos”, que poco se
entiende aun.
El "giro artístico" que desde los 60, se denominó "arte
contemporáneo", es de profundo interés para la Pedagogía y los Estudios
Culturales,
en su relación al giro pedagógico y cultural, respectivamente, que implican y
se implican. Es decir, se redimensionaron con la aparición de internet, la progresiva digitalización de la vida cotidiana y la automatización del
control algorítmico del mundo.
Sin embargo, existen contradicciones entre pensar y la “sinapsis neuronal” de las redes sociales
(principalmente Twitter y otras) que aspiran a compartir el mundo, pero que constituye
una atmósfera del colmo de la individualidad y una fragmentación
enorme, consecuencia del desprendimiento de las aplicaciones electrónicas.
Para el caso de la Educación y del Arte, una contradicción
aparece en el ansia de comunicación y producción colectiva,- estimulada por la
enseñanza, (lo que está bien)-, sin reconocer que al mismo tiempo, se esfuman
las individualidades talentosas.
Esta situación dentro de la coyuntura cibernética que se respira
globalmente, y que incluye la producción , distribución y comercialización de tabletas, smartphone
y los que vendrán… otorga y llena de un sentido a la vida, ligado mas a la
ingeniería lógica , que a la expresión intima.
Las fuerzas que mezclan la
plástica, los audiovisuales y los software, desafían los límites de la
representación, o de experiencias humanas interactivas, muchas de ellas se
presentan como instalaciones escultóricas en vivo, con un "lenguaje de
acción"[1]
en diálogo con el cuerpo, o
intervenciones distribuidas en un
tiempo y espacio móvil desterritorializado, que invitan a reflexionar sobre los
modos actuales de vida .
Si de diseño se trata se conforman como situaciones construidas desde instrucciones lógico
matemáticas e informáticas, hasta secuencias aleatorias, que presentan en la
actualidad, en un reservativo infinitamente rico de significados culturales
físicos o virtuales.
Se pregunta sin cesar: en este
entorno virtual de inmersión, cómo se forman las personas? Como se
conforma su subjetividad? Como se da la interacción humana? Contextos muchos de los cuales, software
mediante, ya pueden ser hasta
"pensados" y desarrollados sin la intervención de las personas….
Otro: la recurrencia/dependencia/ manía de las aplicaciones virtuales de
los equipos móviles y otros asociados, qué consecuencias humanas se implican dada su subyacente automatización que sostiene los
diseños de interfaces de los entornos
virtuales comunicativo-educativos?
Refriéndonos a los efectos de la tecnología y, con la misma inquietud de arriba, -por sus positivos o negativos residuos cognitivos transferibles
a otras situaciones de aprendizaje-, se agrega la preocupación de lo que la tecnología de última
generación conectiva, es capaz de producir para nosotros, sin
olvidar lo que produce en nosotros: una sutil diferencia entre
dos preposiciones[2],
que conducen a pensar en la relación educación, - como en el arte,- y virtualidad.
Sin olvidarse que habrá que considerar que en este laberíntico contexto,
Internet y formatos asociados, posibilita que se viva la utopía de las
vanguardias artísticas o científicas de investigación e innovación.
La pregunta: cuales son/serán las consecuencias humanas de la
automatización de las prácticas
performativas en la educación, en el arte, en la ciencia, etc. que transforman la subjetividad y las coyunturas socioculturales,
a través de la interacción tecnológica sofisticada?
Habrá que entender que la cultura digital se mueve todo el tiempo
y es una forma elíptica de la mente, y por ende, es necesaria (aunque
resistida) una revisión constante de los parámetros epistemológicos y pedagógicos,
insertos en coyunturas económicas, sociales
y políticas.
Finalmente la pregunta de siempre , y que no es nueva en la
historia cultural, de la ciencia , de la educación y del arte entre muchas manifestaciones
esenciales de la vida: qué significa ser humano y hasta donde llega su
potencialidad de ser formado y con qué sentido? La pregunta es creemos válida, cuando
no se conocen aun , algunos criterios para analizar y re- interpretar el mundo virtual y el lugar
de la persona en él.
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