SEMINARIO SLOTERDIJK: ESFERAS Y POSTHUMANISMO: Sobre capitalismo, neuro-globalización y mundos asesores. |
Para los
poshumanistas trascendentales como Moravec, Kurzweil, Vinge y otros
tantos extropianos, los seres humanos son objetos puramente físicos y
mecánico, y la actividad consciente no es otra cosa que el resultado de
procesos completamente materiales que se pueden, o se podrán en un
futuro cercano, reproducir por medios tecnológicos. La abstracción
absoluta de la materia orgánica a través de una descarga o transbiomorfosis
se logrará, consecuentemente, por medio de una traducción tecnológica
de las redes neuronales de nuestra mente a la memoria de un ordenador
concebido especialmente para tal fin, que será una réplica exacta,
neurona por neurona, de la compleja estructura del cerebro natural.
Esta
versión extrema del trashumanismo, basada en una premisa mecanicista de
los procesos mentales, sostiene, así, que será posible extraer la res
cogitans de la res extensa, transfiriendo a un sistema informático su
contenido abstracto y trascendental, y desechando en ello el continente
material inservible en que ha evolucionado. El ser líquido-fluido
posbiológico resultante, pura conciencia emancipada de la sustancia
material que imprimía limitaciones a su potencialidad, será tras este
proceso autoprogramable, autoconfigurable, ilimitado y potencialmente
inmortal, un Übermensh en estado puro.
Para el ya citado Raymond Krzweil, la nanotecnología permitirá el diseño de nanobots, robots diseñados a un nivel molecular medido en nanómetros, como por ejemplo, los respirocitos
(glóbulos rojos artificiales mecánicos), que invadirán el organismo y
permitirán el desarrollo de modelos detallados de cerebro, acordando, de
este modo, cada vez más la distancia entre humanos y dispositivos
informáticos 23.
Así lo cree David Ross, acérrimo defensor de la noción de descarga
poshumanista, quien propone invadir el cuerpo con nanomáquinas que
ataquen a las neuronas y las reemplacen por programas (software) que cumplan las mismas funciones. El infomorfo, réplica informática del sujeto descargado, habitará en un ciberespacio impecablemente fiel al
sustrato físico del cuerpo, de forma tal que el universo sutil y
complejo de todas las sensaciones y percepciones físicas tendrían su
correlato indistinguible en el nuevo entorno virtual.
Ahora
bien, formuladas las metáforas y las proyecciones, la pregunta surge
necesariamente: ¿qué pasará con una mente descargada a un sustrato
digital por medio de un proceso tecnológico técnicamente correcto? En la
nova El Hombre de silicio, de 1991, el autor de ciencia ficción Charles
Platt, imagina precisamente este problema: 24.
Para
los autores que se oponen a la noción de ascensión poshumana, el sueño
de la mente sin cuerpo hunde sus raíces en un desconocimiento de la
naturaleza de la conciencia y del organismo humano como un todo. Las
premisas del poshumanismo, sostiene sus opositores, parten de una
confusión cartesiana profunda: un reduccionismo materialismo y
científico que, en aras de exaltar lo abstracto en detrimento de lo
concreto, supone erróneamente que la mente puede vivir sin el cuerpo en
el que se ha desarrollado a lo largo de un extenso y lento proceso de
evolución natural ocurrido durante millones de años.
22 Véase Good (1965)
23 Véase Kurzweil (2005)
24 Citado en Dery (1998: 347)
Este trozo de texto es textual de LIBRO "LA CONDICIÓN POSHUMANA" (2008) Edit. Cinema
Parágrafo "ASCENSIÓN POSHUMANA" (pag 195-196) Cap. "El Algoritmo de Dios"
Parágrafo "ASCENSIÓN POSHUMANA" (pag 195-196) Cap. "El Algoritmo de Dios"
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