El océano de la web, ¿cómo no ahogarse con tanta información y falsas noticias?



En este océano que es la web, ¿cómo no ahogarnos con tanta información y falsas noticias !

¿Cómo lo hacíamos antes de Internet? Sin correos electrónicos, sin mensajería instantánea, ¿cómo diablos lográbamos coordinar en qué lugar nos íbamos a reunir? Se supone que todo transcurría con más seguridad, nos poníamos de acuerdo antes y la espontaneidad de la urgencia no existía. No imaginamos que en
30 años el mundo sería otro, donde estaríamos conectados todo el tiempo y en casi cualquier parte. Y eso que aún no conocemos todas las posibilidades y cambios que se avecinan.
En nuestras manos está la posibilidad de tenerlo todo, de comunicarlo todo…
Parece que mientras más información tenemos, más complicado es conseguir algo. Y si el universo es infinito, podemos afirmar que Internet es al menos enorme, básicamente porque todo el mundo puede opinar sobre cualquier cosa.

El punto es que ahora todos son especialistas que deciden publicar sus trabajos en la red y quizás pueda encontrar un artículo sobre las bondades del brócoli o, por el contrario, el innegable daño cerebral que sigue al comer brócoli. Todo es “creíble” porque está ahí, publicado y disponible para citarlo en aquella conversación sobre vegetales (pero parece que todos están de acuerdo con que el brócoli es bueno…).Ya no nos podemos fiar. Doctores y no doctores, aparecen y escriben, todos hablan como expertos y se hace tan imprecisa cualquier teoría que la ciencia más exacta parece el horóscopo de ayer; en un blog se puede encontrar hermosas hipótesis de cómo la Atlántida existía en el Titicaca, citando arqueólogos y museólogos …. y demás tonteras por el estilo. Nada comprobable, pero todo tan real….
Hay fotos de fantasmas, sirenas, hombres lobo, campañas virales de películas que creíamos ciertas y no lo eran. Tras el pasado huracán Sandy en Nueva York aparecieron cientos de fotos de tiburones en medio de las calles, fotografías hermosas de la tormenta y buzos en medio del metro. ¡Ninguna era real! Se crean rumores que se convierten en verdad y hechos ciertos que se convierten en rumores.
Vivimos en una época donde la transversalidad de las TIC y las redes virtuales, se  apoderaron de todo, estamos en todo momento en todos lados y podemos creernos cosmopolitas viviendo en un pequeño pueblo patagónico.
Aunque aterre, transitamos por un momento encantador y no quisiera estar en ningún otro lugar. Pero libertad también son deberes en este mundo virtual y no es extraño que con tanto poder en nuestras manos nos sintamos tentados tanto por el bien y por el mal. La mayor fuente de información de la historia, un lugar cada vez más interesante donde nadar y sumergirse, nos obliga a no ser tan pasivos frente a lo que ahí aparece, porque las historias las escribimos todos.

Internet no es como el tango “cambalache” de nuestro maestro Santos Discépolo?? http://www.youtube.com/watch?v=-vnsiKScE8Y

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