Diez tecnologías que se resisten a desaparecer

Por Ariel Torres (La Nación) con modificaciones de Dra. Beatriz Fainholc
Sábado 11 de diciembre de 2010
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1332114

…… ¿Cómo es posible que objetos y tecnologías con 2000, 3000 o 4000 años todavía sigan siendo omnipresentes en nuestras vidas? ¿Es posible que el no contar con un instrumento ideado 600 años antes de Cristo todavía pueda arruinarnos la tarde? ¿No estábamos en el siglo XXI? ¿No habíamos despachado toda atadura con el pasado mecánico y analógico?...Dice el autor de esta nota.

Se deberían “observar los cambios con cierta perspectiva. La revolución digital no es diferente de las otras que han ocurrido desde la invención de la rueda o el descubrimiento de la agricultura. En la actualidad se ve una combinación de tecnologías nuevas y antiguas, de emergentes y persistentes.
Junto a su reluciente notebook modelo 2010 casi seguramente haya uno que otro papel (2200 años de antigüedad) y una birome (72 años desde que Bíró registró su patente), y tal vez un manojo de llaves (una tecnología con no menos de 4000 años de historia).
A continuación, las diez tecnologías e instrumentos arcaicos que …… todavía tienen para un rato más”

El reloj de pulsera (1868)
Viajando por allí, se piensa que es mejor dejar el reloj de pulsera, que puede perderse.
Se puede usar el teléfono móvil, digital y que se puede, además configurar para diferentes horarios, y demás.
“Tonterías. Al tomar esa decisión pasé por alto algo fundamental. Cuando cargás una mochila, estás perdiendo un tren o un avión, y tus manos están ocupadas con mapas, bolsos, pasajes y un café, que ha sido tu único alimento esa mañana porque te quedaste dormido, un simple giro de la muñeca te permite saber la hora de forma instantánea y sin complicaciones, distracciones ni detenciones siempre y cuando hayas llevado el reloj pulsera la idea de consultar el cronómetro sin manipular ningún dispositivo es tan pero tan buena que no hay computadora, celular, smartphone o servicio online que lo supere.

El lápiz y el papel (4000 a.C.)
…No existe ningún registro más confiable que el papel escrito y de modo inmediato.
“Si quiero tomar una nota con mi iPhone tengo que apretar el botón de desbloqueo, ingresar la contraseña, abrir la aplicación de notas, tocar la pantalla y, por fin, tipear en un teclado que es de todo menos cómodo. En la computadora tengo un atajo que abre el Bloc de Notas . Rápido y cómodo, pero hay que acordarse de salvar el documento (con lápiz y papel se salva a medida que se escribe), el atajo debe ser configurado, la computadora no debe colgarse y no se trata de algo muy portátil. En el caso de la netbook, necesito cuando menos sacarla del modo Sleep o de la Hibernación para tomar una nota. No es porque sí seguimos usando lápiz y papel a diario.

El control remoto (1950)
Si la Xbox 360 tiene el Kinect, si los smartphones aceptan comandos de voz, ¿por qué algo tan simple como un televisor o un reproductor de DVD de mesa necesitan un control remoto más o menos tan complicado como el tablero de mandos del Trasbordador Espacial? Parecería que es un típico caso de la tecnología obsoleta que sigue entre nosotros porque es barata. Es decir, que reemplazar el remoto por órdenes gestuales o de voz elevaría el costo del equipo innecesariamente. De ninguna manera.
Este control de infrarrojos, aunque antiguo y odiado, tiene un número de ventajas sobre el control por voz o los mandos de la Wii (Nintendo), Kinect (Microsoft) y Move (Sony). Ventajas: son bien conocidos aprender qué gesto u orden verbal cambia de canal de TV o ponen pausa el DVD.
…Además, no hacen ruido porque se puede ver la tele con auriculares y no despertaremos a nadie

El teléfono de línea (1876)
Pese a la difusión de los móviles y Skype, la línea física todavía tiene una cantidad de ventajas. No se queda sin carga o sin señal y funciona aunque se corte la luz. Mas allá del uso …del celular, la línea física sigue ahí para el servicio de Internet por DSL.

El cash (entre 3000 y 600 a.C.)
El dinero en efectivo todavía puede salvarnos. Si un restaurante se queda sin POSnet (aparato que lee las tarjetas de débito y crédito) y sin efectivo, …no se hubiera podido comer.
Para viajar en un colectivo también se necesita cash: monedas.

Las llaves (4000 a.C.)
Se encuentran entre los mecanismos más antiguos que existen, pero siguen se pueden reemplazar por dispositivos electrónicos en los automóviles, por ejemplo, pero, salvo excepciones, el resto de nosotros sigue confiando en la cerradura mecánica con llave de bronce. ¿Por qué?
La cerradura no requiere energía eléctrica y es notablemente resistente al desgaste. Si el manojo de llaves se nos cae al piso o al agua, si es expuesto al sol dentro de un auto… no les pasara nada, vamos a poder volver a entrar.

El interruptor de la luz (1884)
Algo semejante ocurre con las llaves de la luz. ¿Cómo es que todavía no han sido reemplazadas en masa por sensores que perciben si estamos ahí, reconocen quienes somos y de qué humor estamos, para determinar la cantidad de iluminación adecuada?
Simple: porque eso no serviría para nada. Nuestra relación con la luz es mucho más complicada de lo que las computadoras pueden todavía evaluar. Las llaves de luz….. se basan en un principio tan simple que alcanza con que estén más o menos bien fabricadas para durar décadas y son... mucho más económicas no necesitan energía eléctrica para funcionar, son completamente mecánicas.
Si bien la domótica considera soluciones mixtas para poder tener lo mejor de los dos mundos, mecánico y electrónico pero quien programaría todo eso…con el “ tiempo cada vez más escaso”.

Los mapas (16.500 a.C.)
Es la tecnología más antigua. Si bien la gente especializada tiene docenas de planos de edificios en su iPhone, por razones de trabajo nunca le faltan los en papel, "para poder hacer anotaciones", dicen.
Pero hay más porque cualquier mapa, ofrece: perspectiva, conciencia de dónde estás respecto de todo lo demás. El GPS guía (,as aun si se es desubicado). No se puede a iniciar un viaje por ciudades desconocidas sin el buen mapa en papel, que no depende de la conexión 3G o la señal satelital.
Plantearse por qué ciertas antiguas tecnologías siguen siendo tan populares. Si la cámara de rollos desapareció en tan sólo diez años y ya es una rareza, ¿por qué los miles de turistas que veo en mis viajes llevan una cámara digital y, a la vez, esgrimen su mapa de papel? Porque son casi infalibles.

La brújula magnética (1400 a.C.)
Aunque compite con una brújula digital, la magnética sigue siendo más confiable como las llaves y el papel y el lápiz, sino porque es mucho más difícil que se confunda o necesite ser recalibrada. Dadas las consecuencias de elegir el rumbo equivocado (geográficamente o en cualquier otro sentido), la brújula magnética sigue siendo, gracias a su inmutable y casi eterno vínculo con la Tierra, una inequívoca referencia.

La fotocopiadora (1948).
…No se resigna a desaparecer. Su suerte está unida a la del papel, y todo parece indicar que mientras exista el uno necesita, la otra.

La cuchara (del latín "cochleare")
Que aunque no es cibernética, es digno de incorporarla, tal como dijo Eco, H.
Simple, cómoda, proviene de tiempos inmemoriales y le valió a la humanidad para comer, para servir, etc. Desde el Paleolítico ya utilizaban diferentes tipos de utensilios para poder tomar los alimentos (sobre todo pastosos o líquidos). De forma de pala y con un poco más de concavidad, pero con la misma función, poder tomar ciertos alimentos que no era posible pincharlos. En el Neolítico, las comunidades asentadas en medios rurales, que vivían de la ganadería y la agricultura, elaboraban cucharas que les servían para cocinar, para llevarse líquidos a la boca o trasvasarlos, etc.
Si bien su uso dependía de la clase social alta, en la Grecia clásica (a partir del siglo III a.C.) se fabricaron cucharas de oro, plata, bronce y hueso, etc. y ello continuo a lo largo de la historia de la Humanidad.
Durante los siglos XIX, XX y XXI, se produjo y produce un alto nivel de diferenciación de los utensilios de mesa, con diseños muy variados y creativos pero que no renuncia a la función tecnológica (ya que tecnología existe desde que existe la humanidad), que la caracteriza.