Cultura de pensamiento

En tiempos de la Inteligencia Artificial (con fricciones diversas con la inteligencia humana) creemos necesario, erradicar el ” pensamiento único” y justipreciar posibilidades de utopías posibles.

Se cree que modificando el ángulo de análisis,-un pensamiento “out of the box”-, se ejercitan las funciones superiores del pensamiento.

En el marco de trabajo del Centro Nacional para la Enseñanza del Pensamiento (National Center for Teaching Thinking, NCTT), Massachussets, USA, su creador Robert Swartz[1], retoma la línea teórico -practica acerca del estudio del pensar, del pensar para aceptar y respetar ideas ajenas, desmitificar creencias erróneas y prejuicios, (re)crear para acercarse al otro/as con las 3 E: empatía, equilibrio ecuanimidad. 

Robert Swartz creó el concepto de infusión (en inglés igual que en español) señalando la articulación integrada que debe existir en la enseñanza y aprendizaje de todo tipo de contenidos con las habilidades/competencias de pensamiento.

Educar/formar para un pensar fuerte, profundo, útil, relacional y critico-reflexivo, supone hacer/hacernos conscientes a nosotros/as, - profesores/as-, y a los estudiantes, sobre el acto de pensar.

Existen herramientas para ello y los profesores/as deben aprenderlas para enseñarlas, para ayudar la identificación del tipo de pensamiento que se está utilizando y los pasos que cada uno de ellos requiere para realizarlo.

En general, se piensa sobre lo pensado (por otros/as) pero una/o no o poco se detiene en la acción en si misma de pensar.

Pensar implica haber desarrollado y practicado estrategias de pensamiento como describir, reconocer, explicar, inferir, crear, decidir, evaluar, predecir, sintetizar, deducir, etc., que devienen en actividades tecnológico-didácticas como relaciones y procesos aplicables a diversos casos.

Sin embargo, estas estrategias de pensamiento superior pueden ser efectuadas de modo aislado (no relacional), mecánico, que no suponen verdadero un pensamiento. Es decir, no es una acción cognitiva “ de verdad” ,- metacognitiva consciente- , acerca de lo que considera pensar, sustentado interdisciplinariamente y fundamentalmente por el pensamiento crítico, reflexivo y creativo intencional.

Entonces, se trata de que los estudiantes desarrollen hábitos de pensamiento que les sean útiles, productivos y efectivos en su vida diaria, estudiantil, ocupacional, comunitaria, ciudadana. Esto significa una enseñanza del/para pensamiento (teaching thinking) , hoy conocido por el “mind set” y desde hacer rato, como  “aprender a pensar”.

Pensar, implica ser crear ( inventar/descubrir ideas nuevas, innovadoras), ser crítico/ser autocritico  (reflexionar, analizar y evaluar la pertinencia y calidad de conceptos, prácticas, y otros) de modo reflexivo, analítico,  riguroso y con “detalle”, para una toma posterior a cualquier decisión.

Esta configuración de un pensar completo e integrador se puede enseñar . La enseñanza de estas habilidades con su infusión en los contenidos, involucra a los estudiantes en el pensamiento profundo durante el aprendizaje o post-aprendizaje. Este darse cuenta a su vez, mejora la calidad del aprendizaje y de vida en general como se señaló antes.

El objetivo central de enfatizar la "capacidad de pensar" es capitalizar, rigorizar y hacerse consciente de diversas creencias, opiniones, ideas, etc., - la doxa-, que son resultados de diversos “tipos repetitivos débiles, de pensamiento” que ya existen en la vida diaria, se retrotraen anacrónicamente ,y/o que son portados al aula física o virtual . Es decir, los estudiantes traen información de diversos contextos y redes, mediaciones y medios resultado de haber elegido, comparado, aventurado, “resuelto” de manera improvisada, rutinaria, no confrontada, diversos problemas, al modo que han podido. También deslumbrados por las apps de internet, que con sus algoritmos, que si bien solucionan problemas -algunos de envergadura-, lo realizan de modo mecánico, o semi mecánico.

Aprender a pensar significa hacer las cosas bien, de modo contextuado (Bateson, 1972) . Porque puede ser que se piensan las cosas, pero no se hacen bien. Ejecutar las operaciones de pensamiento no significa hacer las cosas bien. Actuar impulsivamente, hace tomar decisiones precipitadas, sin pensar en las alternativas o en las consecuencias no efectivas, o inoportunas, no valederas o no valiosas respecto de un suceso, proceso, etc.

Entonces enseñar a pensar se refiere a un pensamiento común[2], o sea, el de todos los días bien hecho, efectivo, oportuno, valedero. Cómo:  conversando acercándose al otro/a, superando diferencias, construyendo consensos y probar modelos de gestión, para hacer las cosas bien.

Las habilidades/competencias de pensamiento subyacentes a los procesos de enseñar y aprender física y virtualmente-, se refieren entre otros ,a  los siguientes pilares

  • Cuanto más explícita es la enseñanza del pensamiento, más efectiva resulta,
  • Cuanto mayor es la atmósfera de reflexión en la clase, más alumnos valorarán la capacidad de pensar.
  • Cuanto más integrada está la enseñanza del pensamiento en la transmisión/búsqueda/descubrimiento, procesamiento de la información (de toda la media) con una re- elaboración de los contenidos, liderada por profesores/as entrenadas, más pensarán los estudiantes sobre lo que están aprendiendo, y así criticarlo, proponer alternativas, explorarlas en terreno.
  • Estrategias de enseñanza -cada vez más virtuales, mediada hoy por software de inteligencia artificial, asentada en la ciencia de datos-, son susceptibles de aplicarse a diversas áreas de conocimiento, usuarios diversos, etc. como propuestas de enseñar a pensar. Por ej: redes semánticas, infografías, líneas de tiempo, realidad aumentada, realidad virtual, metaversos, blogs, wiki, etc.

De este modo, se visualiza una fusión del pensamiento crítico y creativo con los contenidos a aprender. Obsérvese que los contenidos son el material donde las personas se apoyan para tomar decisiones o evaluar la información y decidir cómo usarla. Esta es la base de los conceptos que se aprenden en la escuela y universidades, transformada en la formación de las personas, apoyada en un procesamiento de la data en sentido amplio.

Sintetizando , la infusión, es la estrategia de abordar una cultura y la enseñanza del pensamiento, apoyada en integrar contenidos con las formas de pensamiento inteligente/s reflexivos, de capacidad de agencia para utopías posibles , necesario para desenvolverse de modo relevante y efectivo en la vida diaria, estudiantil, ocupacional ciudadana.

Referencia:

Bateson, G. (1972) Steps to an Ecology of Mind: Collected Essays in Anthropology, Psychiatry, Evolution, and Epistemology. University Of Chicago Press, USA.



[1] Robert Swartz, profesor emérito en la Universidad de Massachussets y filósofo, pedagogo e investigador del aprendizaje, consultor en el área (2002) . Perkins, D.(1999) y el Proyecto Zero de Harvard concurren en esta línea de trabajo.

[2] Consumir productos carísimos, - o importados de países exóticos-, porque asi se difundió en recetas culinarias aparecidas en las redes sociales y otros, que responden a una irracional sociedad de consumo, sin pensar que existen otras  urgencias alimenticias o necesidades básicas.


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